Aprender a bailar claqué con Fernanda Torresi
-directora de la escuela Claqué Valencia-
Me recuerdo desde bien pequeña viendo películas musicales con mi abuela. Me quedaba totalmente maravillada con la maestría de los artistas que veía bailar en ellas. Cuando terminaban, inspirada y excitada, siempre acababa bailando sobre la mesa del comedor.
El apoyo de mi madre, conocedora de mi pasión, siempre fue muy importante. Ella me llevó a clases de baile y me animó a que eligiera el estilo que quería aprender.
Y llegó el primer dilema: ballet, jazz, tap, danza española… todo me gustaba. Y así empecé. Tenía 7 años. Me atrapó la elegancia del ballet, me hacía sentir como una princesa. Del jazz, la libertad de movimiento, la expresividad. Y las clases de tap (claqué) me permitían juntar la elegancia, la libertad de movimiento y a la vez sumarle el ritmo. Poder hacer sonidos mientras bailaba y jugar con frases rítmicas, ¡eso era genial!
Me pasaba toda la tarde en el estudio de danza, empecé a sentir la dureza de la disciplina, las agujetas, pero todo se veía compensado por la felicidad que sentía al ver que el baile ya era parte de mí.
Siempre tuve claro que quería ser bailarina, esperaba acabar mis estudios lo antes posible y tener más tiempo para dedicarme a bailar profesionalmente. Y tras diez años de formación en el Instituto Coreográfico Argentino, obtuve los títulos de profesora de ballet, jazz y tap dance.
Y un día, una audición en el periódico. Convencí a mi madre para que me acompañara y… ¡prueba de baile superada! Llega mi primer trabajo profesional. ¡¡Estaba en un musical!! En ese momento tenía 17 años. Allí conocí bailarines profesionales maravillosos, todos con mucha experiencia. Ellos me enseñaron que en la danza nunca acabamos de aprender y que el baile es movimiento y está en constante evolución.
Por ello decidí continuar con mi formación y conseguí LA BECA en el “Taller de Perfeccionamiento de Danza Contemporánea del Teatro Gral. San Martín de Buenos Aires”, donde la excelente formación en música, ballet, jazz, composición coreográfica, y sus magníficos maestros, me transformaron en una profesional más completa y versátil.
Y llegaron otros musicales, varios programas de TV, y empecé a combinar mi trabajo de bailarina profesional con mi desarrollo como coreógrafa y profesora. Tuve la oportunidad de colaborar como asistente coreográfica junto a Alejandro Cervera, en la compañía de Julio Bocca. Y de coreografiar varios eventos y programas de televisión.
Desde el año 2006, cuando llegué a España, continué mi carrera profesional bailando y coreografiando en nuevos musicales e impartiendo cursillos y talleres en distintas ciudades españolas y en las academias de danza más reconocidas de la Comunidad Valenciana, ayudando así a impulsar el desarrollo del jazz musical y el claqué.
Cada día en mis clases, procuro mantener el espíritu de entusiasmo que mis maestros me transmitieron, impulsando y motivando a mis alumnos a que cumplan sus expectativas, siempre respetando la individualidad de cada uno de ellos, tanto si se están formando como profesionales, como si son amateurs, animándolos a que disfruten bailando con alegría y emoción.
El baile es divertido y sube el nivel de endorfinas,
Mantiene en forma mi cuerpo y mueve mi energía,
Relaja y serena mi mente,
Es mi meditación particular porque durante ese tiempo no existe el resto del mundo.Te invito a experimentar esa sensación. Tengo alumnos de todos los niveles y edades y te aseguro que disfrutamos juntos de cada clase.
Gracias a mis alumnos y al baile… por tanto recibido.
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